Podemos afirmar que la empleabilidad y el empleo están estrechamente ligada con un término muy actual, las competencias. Digamos que las competencias forman parte de ese cóctel de actitudes y aptitudes que se articula como la capacidad para conseguir un empleo y para evitar el desempleo.
Para aumentar tu empleabilidad has de empezar partiendo de ti mismo, del autoconocimiento de tus puntos fuertes y débiles; deberás identificar tus potencialidades, recursos, motivaciones, limitaciones etc.
Todo ello ha de servirte para la construcción de una imagen y un autoconcepto positivo, que valore y se base en la confianza en las capacidades propias, explotando mejor nuestros recursos. Y también, te servirá para identificar áreas de crecimiento y mejora, y te permitirá fijarte unos objetivos.
La motivación hacia el aprendizaje permanente te ayudará a mejorar tus capacidades y compensar o revertir tus déficits. Además, debes tener en cuenta que los cambios en el mercado actual se suceden de manera vertiginosa, por lo que el reciclaje y la actualización de contenidos es clave. Te recomendamos siempre, tener una actitud positiva hacia el aprendizaje.
Finalmente, la flexibilidad y la adaptación al cambio son los elementos que deberás tener en cuenta para mejorar tu empleabilidad. La capacidad de generar estrategias para adaptarnos a los cambios, para ampliar horizontes, contemplar nuevas posibilidades, ser creativos y probar cosas nuevas es también un elemento de suma importancia.