El reto no es fácil, controlar las emociones en el trabajo puede resultar difícil dado que cada vez son más diversos los problemas a los que hacemos frente. Las tensiones del día a día, las exigencias de tu jefe o los cambios tanto internos como externos a la empresa, pueden llegar a alterar tu estado emocional.
Hoy más que nunca es favorable para las empresas, que sus trabajadores tengan herramientas psicológicas y que adquieran habilidades para controlar sus emociones. No hay que olvidar que, las emociones se contagian al resto del equipo y esto repercute en la cohesión, el alto desempeño, la productividad y los resultados de la plantilla.
La clave está en aprender a identificar las emociones y en canalizarlas. Según los expertos, las emociones básicas son 5 y son ira, alegría, amor, tristeza, sorpresa y miedo. Después están las emociones que surgen de la interacción con los demás, como pueden ser el entusiasmo o la agitación.
Aprender esto, nos puede salvar de sufrir enfermedades como el estrés o el “síndrome del trabajador quemado”. Este es un tipo de estrés laboral que tiene como características un progresivo agotamiento físico y mental que deriva en falta de motivación por el trabajo entre otras consecuencias físicas y mentales.
Con estas herramientas podrás mantener la calma y el control ante diferentes situaciones estresantes:
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Fomentar la comunicación de los pensamientos y sentimientos: Expresar lo que sientes y piensas abiertamente con personas de confianza ayuda a aliviar el estrés y encontrar soluciones.
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Aprender a decir «no»: Decir "no" cuando es necesario te permite evitar el agotamiento y centrarte en tus prioridades sin sentirte culpable.
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Practicar la asertividad: Expresa tus necesidades y opiniones de manera clara y respetuosa, lo que reduce conflictos y aumenta tu autoestima.
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Evitar complacer a todo el mundo: Prioriza tus propias necesidades en lugar de intentar agradar a todos, lo que disminuye la tensión y te alinea con tus valores.
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Mantener una actitud positiva y un diálogo interno positivo: Enfócate en lo positivo y cultiva un diálogo interno que te fortalezca frente a los desafíos.
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Técnicas de respiración: Utiliza la respiración profunda para calmarte y reducir la ansiedad en momentos de estrés.
Podemos decir que, un empleado capaz de manejar de manera adecuada sus emociones, se muestra asertivo y comunicativo, favorece el buen clima laboral, mientras, un trabajador que se deja llevar por sus emociones en situaciones tensas puede generar más conflictos en el equipo, con los clientes, o desarrollar adicciones no deseadas, y tú, ¿cómo gestionas las emociones en el trabajo?