¡No todo vale en el mercado laboral! Y tanto las empresas como los candidatos que se encuentren en un proceso de selección, deben ser conscientes de ello.
Si te preocupan las condiciones de trabajo precarias que puedas encontrar ahí fuera, es importante que sepas detectarlas, y rechazar según que trabajos. Aunque no te lo parezca, hablamos de un ejercicio de responsabilidad que ayuda a construir y cimentar nuestra sociedad.
La precariedad puede asumir diferentes formas y puede tener también diferentes intensidades. Algunas de las más graves son las subcontrataciones en cadena, los falsos autónomos, la economía sumergida, segregación, etc.
También describen el trabajo precario los que carecen de seguridad en el empleo y en general cobran salarios más bajos, tienen una protección social limitada y pocas prestaciones o ninguna.
Además, los trabajadores precarios tienen más dificultades para ejercer sus derechos, suelen tener más lesiones laborales, y tienen poca o ninguna opción en cuanto a la determinación de sus horas de trabajo y su sueldo.
Muchos de estos trabajadores tienen contratos rotativos, con el mismo cometido mes tras mes o año tras año. A todos los efectos, son empleados permanentes, pero carecen de derechos a vacaciones pagadas, permiso de enfermedad pagado o indemnización de despido.
¿Has visto de cerca alguno de estos casos? Como agencia de colocación te invitamos a reflexionar sobre la precariedad del trabajo, a la vista de situaciones de desigualdad, empobrecimiento y deshumanización vinculadas a él y que son habituales en nuestros días.