El ambiente en el trabajo es uno de los factores determinantes a la hora de querer permanecer o no en un puesto de trabajo. Dado que no podemos elegir los compañeros o jefes debemos evitar que conviertan nuestro trabajo en un completo caos.
A veces en entrevistas no son lo suficientemente completas, y se cuelan individuos que ya sea por su carácter o comportamiento, son problemáticos y suelen entrar en conflicto con los demás y provocar estrés. Veamos, para empezar, qué tipos de compañeros tóxicos hay.
- Cotilla: este tipo de compañero siempre habla de los demás y comenta todo lo que pasa en la oficina.
- Gruñón: siempre está de mal humor y no le gusta trabajar en equipo.
- Informal: llega tarde a trabajar y no cumple con los plazos de entrega. Es una persona irresponsable que afecta a lo demás a la hora de trabajar en grupo.
- Protagonista: quiere ser el centro de atención e imponer sus opiniones a las de los demás.
- Desganado: no le importan ni los compañeros ni el trabajo. Es una persona conformista e indiferente, la eficiencia y productividad no es lo suyo.
- Caótico: trabajar se convierte en un caos y no es posible cumplir los plazos de entrega.
- Aprovechado: trata de abarcar tu tiempo de trabajo para sus tareas o cargarte con más responsabilidades de las tuyas propias.
- Negativo: siempre tiene una opinión pesimista que desmotiva y consume la energía del equipo.
- Contradictorio: es poco lineal y su comportamiento es difícil de predecir.
- Oponente: nunca está de acuerdo con las opiniones o decisiones de los demás. Siempre lleva la contraria. Es muy difícil trabajar con él puesto que cuesta llegar a un acuerdo.
- El competitivo: siempre están al acecho para adueñarse de los méritos de los demás a ojos de sus superiores.
¿Cómo evitar a los compañeros de trabajo tóxicos?
Evitarlos completamente es poco probable ya que diariamente los tenemos que ver y lidiar con ellos. Pero sí debemos tener en cuenta la forma en la que nos afectan este tipo de personas.
- Evita el conflicto.
- Utiliza un lenguaje positivo.
- Autoanaliza cómo puedes tener una mejor relación laboral con tu compañero.
- Practica una visión panorámica de los aspectos positivos de tu trabajo y no te centres en las particularidades negativas de un compañero tóxico.
- Practica técnicas de respiración.
- No centres tu atención en este tipo de personas y su comportamiento.
- No dejes que te manipulen. Haz que entiendan tu forma de trabajar desde el principio, y la respeten.
Y no olvides que detectar a tiempo a un compañero tóxico te puede salvar de muchas situaciones incómodas, o incluso de verte sin empleo.