Trabajar en Amazon es pensar en un trabajo con futuro dado el crecimiento que ha experimentado el comercio electrónico en los últimos años, y especialmente en los últimos meses.
El gigante Amazon cuenta con una red logística propia. Ellos se encargan de almacenar, recoger, embalar y enviar su producto al cliente final. Además, ofrece la atención al cliente y la gestión de devoluciones.
En 2020 la llegada de la pandemia llevó a Amazon a acelerar lo que ya era una estrategia de expansión agresiva. Entre 2018 y 2019, aumentó su capacidad logística global un 15%, incrementando el espacio de almacenes, centros de clasificación y centros de entrega, en un intento por vencer a sus rivales. Este año, su director financiero, explicó que Amazon va camino de aumentar su capacidad más del 50%.
La logística, a su vez, se convierte en uno de los grandes dinamizadores del empleo. Una parte fundamental en este periodo de crecimiento son las personas necesarias para sostener sus operaciones: repartidores, carretilleros o mozos de almacén.
Algunas empresas que también toman parte del sector logístico y que disfrutan de este momento de máxima efervescencia derivado de los nuevos hábitos de consumo son Seur, Correos, Ontruck o Transfesa Logistics, entre otras. Y, compañías directamente vinculadas, como minoristas, supermercados y grandes almacenes, como Carrefour o Mercadona.
Frente a esta circunstancia el sector logístico también afronta sus mayores retos. La digitalización y la automatización es un gran desafío en el sector. Y es que las empresas se exponen a un consumidor cada vez más exigente desde el punto de vista de los costes de envío, el plazo y lugar de entrega o la trazabilidad del paquete.
El auge del comercio electrónico implicará grandes inversiones tecnológicas, que obligarán a las empresas a hacerse más grandes o fusionarse.