En un mercado laboral cada vez más competitivo, tener un buen currículum ya no es suficiente. Hacer networking, o crear y mantener una red de contactos profesionales, puede marcar la diferencia entre conseguir una entrevista o quedarse fuera del proceso de selección.
El networking no se trata solo de pedir trabajo. Es construir relaciones basadas en la confianza y el intercambio de valor. A través de tu red puedes acceder a oportunidades laborales ocultas —aquellas que no se publican en portales de empleo—, conocer información de primera mano sobre sectores o empresas, y recibir recomendaciones que te posicionen mejor ante un reclutador.
En España, según diversos estudios, más del 70% de las ofertas de empleo se cubren sin llegar a publicarse. Esto demuestra que muchas oportunidades se mueven por contactos. Por eso, empezar a hacer networking antes de necesitar un empleo es clave.
¿Cómo empezar? Sé más activo en redes sociales. Participa en grupos de tu sector, comenta publicaciones, comparte contenido de valor y conecta con profesionales afines. También puedes asistir a eventos, ferias de empleo o formaciones donde puedas conocer gente cara a cara.
Recuerda: el networking es un proceso continuo. No esperes resultados inmediatos. Cultiva tus relaciones con autenticidad, aporta valor a los demás, y cuando llegue el momento, será más fácil pedir ayuda o acceder a nuevas oportunidades. Hacer networking no solo amplía tus opciones laborales, sino que te conecta con una comunidad profesional que puede ayudarte a crecer y avanzar en tu carrera.